Cuando a Carlos Andrés Pérez lo llamaban despectivamente “locovén”, se podría percibir la inquina de sus detractores que apelaban a esas mordacidades...
La ceguera equivoca el diagnóstico y se inhibe de participar en la dinámica política y los procesos institucionales semidictatoriales, perder todo y desproteger la ciudadanía sin instancias de poder.